Francisco Rodríguez
Al rescate de la opinión política
Martes, 08 de Abril de 2008
To zoon politikon
Aristóteles
¿DÓNDE ESTÁ LA Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM en la discusión de los grandes problemas nacionales? ¿Cuál es la opinión que le han merecido las reformas constitucionales genéricamente conocidas como “reforma electoral”? ¿Qué dicen sus representantes respecto a la inminente “reforma del Estado”? ¿Se ha escuchado su voz en relación a las reformas en materia petrolera?
Mi Alma Mater tiene ya un buen rato desaparecida. Se sabe de ella, si acaso, porque varios de sus muy distinguidos docentes e investigadores son entrevistados de vez en cuando por algún medio de comunicación y, para ubicarlos simplemente, se da cuenta de su pertenencia a la plantilla de esta Facultad universitaria. Como institución, empero, extrañamente ha enmudecido y, lo peor, ha cedido el lugar de preeminencia que alguna vez se le reconociera hasta internacionalmente, a otras instituciones.
Formadora de administradores públicos, internacionalistas, politólogos, sociólogos y comunicadores, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la llamada Máxima Casa de Estudios del país se encuentra ahora mismo inmersa en un proceso para elegir a su nuevo director.
Destaca entre los aspirantes el doctor Luis E. Gómez, quien se presenta como independiente de los grupos que tradicionalmente han manejado los presupuestos y destinos de la Facultad.
De suyo, la propuesta que el sociólogo Gómez presenta es la más atractiva, toda vez que se funda en la recuperación del sitio que la Facultad y su comunidad tuvieron en algún momento en Iberoamérica . Y eso sólo para empezar.
¿Cómo es que se propone conseguirlo, en caso de que la decisión del Consejo Universitario le favorezca? Para empezar, con la actualización del cuerpo docente, respetando la figura académica. También, al brindar mejor atención a los estudiantes, propiciando la mayor movilidad estudiantil, enfrentando la alta reprobación. Otros puntos: mejorar la eficiencia y la calidad terminal, reconstruir el tejido académico, respetar la libertad de cátedra y expresión a todos los niveles, fortalecer los colegios, claustros y academias, apoyar la investigación en las coordinaciones, en los proyectos y en los macroproyectos, realizar los cursos de primavera, verano, otoño e invierno.
Asimismo, abordar temáticas de actualidad y de vanguardia: género, derechos humanos, sustentabilidad, sociedad del conocimiento, de forma inter y multidisciplinaria.
Promover los cada vez más necesarios sistemas de Universidad Abierta y a distancia con mayor cobertura, incrementar el apoyo a las actividades culturales, deportivas y de entretenimiento, mejorando la infraestructura de la Facultad , construyendo salones nuevos con equipamiento, y extendiendo el acceso de todos a las redes de cómputo.
Lo mejor, que impulsa la transparencia y rendición de cuentas, se compromete a promover un ambiente de trabajo y respeto, una vinculación efectiva con la sociedad y una “Universidad para todos y para toda la vida”.
Ahora, pregúnteme usted, ¿quién es mi candidato a dirigir mi Alma Mater?
