- Aborda la violencia social
- La historia de un periodista y un capo
Al referirse a Café Pacífico, el autor Luis E. Gómez afirma: “Se trata de mostrar un ambiente, que hoy se ha hecho cotidiano y que desplaza todas las noticias de primera plana de todos los periódicos, donde el país se ha convertido en una verdadera fábrica de viudas y de huérfanos, mismos que guardarán un resentimiento, que sin dificultad garantiza la continuidad de la violencia social que teóricamente se quiere conjurar. Café Pacifico. Muerte en Tijuana quiere dar cuenta de dos historias personales que convergen en el plano de la violencia de la delincuencia organizada, de la violencia estatal y del ejercicio del nuevo periodismo mexicano.
Agregó: “Alejandro Moraga es un periodista comprometido con las mejores causas de su país, la lucha por la democratización, la equidad, el respeto a la diversidad, el papel de las mujeres en la sociedad, la erradicación de la violencia de género, y se dedica a hacer reportajes especiales para su periódico El Anáhuac. Noticias bajo el Volcán, evidente referencia a Malcom Lowri. No obstante lo anterior, Moraga es un periodista escéptico, habilidoso al límite y bien informado. Quizás no sea lo más representativo de su profesión.
Comentó: “Ricardo Morales, alias el ‘el Matacaballos’ es un nuevo capo del narcotráfico que trata de establecer sus actividades entres Guadalajara y el Pacífico Norte, entrando en acuerdos y en conflicto con los cárteles de Sinaloa de de Tijuana. La novela a través del trabajo periodístico de Moraga, traza una especie de biografía de Morales y da marco a su historia, su carácter y a su estilo de tráfico de violencia.
Los personajes están construidos sobre la base de personas existentes, sin embargo ninguno de ellos es ‘alguien’ en particular, son más bien una combinación de caractéres lo que les da su personalidad específica. El capo no es un clásico narco ranchero, más bien responde a los nuevos personajes que hemos estado viendo últimamente en las noticias, urbanos, estudiados, conocedores de finanzas y de negocios, individuos que utilizan inteligencia y las nuevas tecnologías y que se conciben a sí mismos como gente de mundo, visten bien, viajan al extranjero, se alojan en hoteles y asisten a restaurantes de lujo. Se trata de una novela sobre la tercera generación del narcotráfico en México”